jueves, 24 de abril de 2008

Cosas que otros ya han dicho


Dicen que la Primera impresión es la más importante. No importan las segundas, o terceras, o las que duran toda la vida. Se visten es sus mejores ropas para sus primeras citas. Se ponen su caro perfume con la ilusion del primer encuentro cercano. Hablan de amor a primera vista y comienzan sus frases con "desde el primer momento ....":

Desde el primer momento que la vi....
Desde el primer momento que senti....
Desde que llegue aqui.....

Desde ese primer momento comienzan o acaban las relaciones.

De donde viene esta manía de preocuparnos tanto y de limitar quienes en realidad somos por ser siempre quienes somos en esos primeros momentos. Me explico? Vamos a ver: Una relación no se trata de un momento. Conocerte no es lo mismo que saludarte o verte o presertarme
pero creo que hay dos clases de encuentros: el que es con una persona de la que has oido hablar y el que es totalmente de sorpresa. Primeras impresiones muchas veces me fallan y creo que es porque siempre busco lo que quiero encontrar en una persona. Esto que busco nunca está ahi. Es cuando no busco absolutamente nada que encuentro a personas verdaderas.

Cuantas veces he oido cosas tan buenas o malas sobre alguien y he construido mi propia conclusión? Mi relación con esa persona comienza ahí sin ni siquiera haberla conocido. A veces parece increible de la manera que te puede sorprender alguien con tan solo un momento de su verdadera persona. Esto suele pasar mucho - Este critica a aquel, fulano habla del otro, etc.... y asi comienzan estas expectativas de como es esa persona desconocida. Mi conclusión es que las expectativas muchas veces quedan cortas a la realidad o son exageradas.

El otro caso, en el cual conocemos a alguien de repente de quien no sabemos absolutamente nada,
también puede ser traicionero. Aquí hablo de esa "falsedad natural" de la que todos somos capazes. Hablo de orgullo, arrogancia, de mi, mi, mi, mi, mi. Hablo de decoraciones externas, tatuajes, joyas, modas etc.... Ponemos nuestro aparentemente "mejor yo" delante de la persona que somos realmente y damos una impresión falsa de quienes somos. Tal vez por esta razón tenemos tantos conocidos y muy pocos verdaderos amigos. Tal vez por esto es que muchas veces acabamos decepcionados con el círculo de relaciones que creamos.

Es una sensación muy incomoda cuando te das cuenta de que no eres quien has pretendido ser durante mucho tiempo. Es todavía mas incomodo cuando esta verdad es conocida por otros quienes hasta ese momento tenían otra impresión tuya. Es en ese momento en el que pierdes "amigos" (que en realidad no lo eran desde el principio) o consigues el respeto o incluso el amor de alguien que anteriormente no veía mas allá de tu falsedad.

Hablo de falsedad para criticar a nadie más que a mi mismo pero es verdad que puedo ver esta falsedad en gran cantidad de personas. El primero que dice que no le importa lo que los otros piensen de él o ella es el primer culpable de esta falsedad. Si no importa, por que hablar de ello?

Siempre es impresionante y muchas veces refrescante una persona original, aunque hay muy pocas. Y tal vez no haya ninguna. Hay filósofos que explican como la sociedad y las experiencias que tenemos en ella moldea quienes somos a traves de los años. Si esto es verdad, también significa que como personas no somos nadie si no un producto de la sociedad en la que vivimos. Yo por lo menos, aunque creo que un poco de esto es verdad, me niego a pensar y creer que no hay un ser dentro de mi que se niega a ser infuido por estas fuerzas externas que me rodean. Por lo pequeño que sea, este ser interno tiene sus propias inclinaciones que nos hacen quien en realidad y naturalmente somos. El hecho de dejar salir a la claridad este ser interno puede ser una experiencia incomoda como resultado de una sociedad en la que todo el mundo se supone ser igual. Por esto muchas veces pretendo, y al pretender, me voy engañando a mi mismo. Así acabo siendo una persona superficial tratando de vivir en harmonia con el mundo exterior. Mi desafío es traer a la persona real al descubierto lo más posible.